sábado, 30 de abril de 2011

Siempre hay salida.

Una de las cosas buenas de este mundo es que nunca se para. Siempre gira. Si una cosa acaba otra empieza, si te pierdes no estás perdida, solo estás en un lugar que no buscabas. Si no consigues lo que quieres, duele, sí, pero no es el fin. Hay más cosas, millones. Si sientes que ya nada vale la pena, solo tienes que mirar alrededor, tomártelo con calma. ¿Ves? hay muchas cosas bonitas; atardeceres, estrellas, el mar... Pero sobre todo, hay personas, vivimos en sociedad, en una sociedad llena de gente, y cada persona es diferente. ¿Te imaginas todo lo que puedes encontrar? Sí, puede que nadie sea como él, pero luchaste, lo disfrutaste, también lloraste y sufriste, pero eso es vivir. No, no dura para siempre, casi nunca es para siempre, pero lo has aprovechado al máximo, enhorabuena. Ahora sigue, y sigue y sigue... Bien, ya has conseguido olvidarle, quizás esa no sea la palabra adecuada porque... en fin, nunca lo olvidarás. Digamos mejor, que ya no tienes que esperarle, ya no dependes de él para ser feliz. Pasa el tiempo y por suerte no lo desaprovechas, eres una tía lista. Ir de paseo, salir, reírse, de fiesta en fiesta, playa, viajes, sueños... Es bonito soñar, ¿verdad?. De repente te ves en la cama con un chico, pasándolo genial, os besáis, os tocáis... todo perfecto. Y una noche, otra, y otra... Habéis empezado a vivir de la mano, ya sabes, a estar juntos. No es tán malo, es más, te has enamorado. Despiertas una noche a un lado de la cama, le rozas con los pies, está ahí, como siempre, habéis tenido una noche rompedora. Todo va genial, no habéis dejado de vivir a lo grande como la mayoría de las parejas. Es genial. Os queréis y eso es genial. Cierras los ojos pensando en tus cosas y de repente... zas. Su cara, la del único chico que te hizo tocar el cielo... sí, él, el primero y el último. Malditos pensamientos traicioneros. Entonces te das cuenta de que sí, eres feliz, pero no lo puedes comparar con lo que sentías con él... Entonces te preguntas si volverás a sentir lo mismo... Y lo peor, es que ya sabías la respuesta. Pero todo gira, siempre gira, siempre hay salida, y nunca sabes como puede terminar.

jueves, 21 de abril de 2011

¿Sabias que...

 Me he puesto a pensar en algo a lo que jamás podré poner una sonrisa, algo que jamás podre afrontar con fuerza, y creo que ya se que es... es cuando pierdes a esa persona que te hizo sentir como nunca nada ni nadie te hizo sentir. El que te hizo tocar el cielo, que te hizo pisar las nubes, reírte de todo, volverte loca, que te hizo completamente feliz, no sé si puedo explicarme bien con palabras, hay que sentirlo para entenderlo, cuando se siente te das cuenta, porque realmente es la cosa más bonita que te puede pasar nunca. Y te puede pasar con 14 años como te puede pasar con 40, porque no entiende de edades ni de razones. Simplemente es lo más perfecto del mundo. Cuando eso ocurre, pero de repente se va, y cada cual coge su camino, pero tú sigues pensando que estáis hechos el uno para el otro y que pase lo que pase tenéis que acabar juntos de nuevo. Y al final te acabas dando cuenta de que nunca volverá, de que realmente se terminó, de que nunca volverás a sentir lo mismo... Es realmente como un puñal en el corazón. Es que jamás podre conseguir afrontarlo... ni entenderlo, es una de las cosas que más daño me hacen en la vida, y creo que nunca podre superarlo... A lo mejor es ley de vida o a lo mejor es que yo soy así de tonta. No lo sé, pero lo que si sé es que no le deseo eso a nadie, y que sepáis valorar esos momentos, y que lo disfrutéis al máximo. He aprendido que la vida no es un cuento de hadas, y que sería lo mejor poder tener a esa persona para siempre, pero eso no siempre ocurre... He aprendido que ni tú, ni yo, ni nadie, golpea más fuerte que la vida. Y que voy a disfrutar cada segundo, y que nunca voy a olvidar ni esa sensación ni esa persona, eso lo tengo muy claro.

lunes, 18 de abril de 2011

Ahora soy lo que soy, un pequeño saco de sonrisas.

Solo tengo 14 años, no se lo que es la vida, los momentos duros, las malas pasadas, ni los sentimientos, no se nada y es la verdad. Pero tengo algo que no se obtiene cuando se conoce todo esto, la felicidad. Yo todavia no quiero crecer ni independizarme, ni tener hijos, ni pagar facturas, ni tener dinero en el banco, quiero ser la chica que soy ahora.. la que pide dinero a sus padres y ayuda en casa.. que sale todas las tardes a reírse, a la que no le importa lo que digan de ella. Pero se que hay que crecer, por que no vivo en un cuento como el de Peter Pan... aunque se que me are mayor, quiero disfrutar cada momento que tengo de pequeña.. aunque aveces en situaciones me crea la más mayor.

domingo, 17 de abril de 2011

Insisto.


Tomarse un respiro, pensar. Cerrar la boca y dar rienda suelta a los pensamientos, que la garganta y las cuerdas vocales descansen en paz. Para ti no hay que callar hasta la muerte, para ti el silencio es un síntoma de la tristeza, de que algo me pase. ¿Pero por qué? Volvamos a mirarnos en silencio. Seamos como las hormigas, que sin hablar se comunican. Como una foto, que no habla y te explica todo.  Callate, te insisto, no hables. Mirame y no hables, y verás todo lo que podemos vivir así.

Éxtasis puro.

¿No es genial?

Pequeños detalles que hablan de mí.

 Me gustan las pompas de jabón, comer nocilla con el dedo, los grumitos del colacao, mi desayuno favorito: zumo tropical, colacao, tostadas o croissant. Me encantan las peliculas. Encontrar huequitos frios en mi cama, andar en camiseta larga y braguitas por mi casa. Ir sin paraguas cuando llueve,  pienso que el "buenas noches" sin el beso, no es nada, por eso me encanta darlo, abrir un libro y encontrar pasajes subrayados, me gustan las cosas que se repiten, no me gustan las marcas, pero si me gustan las señales. Me gusta recibir postales de otro lugar del mundo de mis seres queridos, y cuando alguien cumple años, siempre le tiro de las orejas. Ver cosas gigantes a un metro de mi y sentirme muy pequeñita. El olor a pintura, me encantan las brisitas de aire fresco en un dia caluroso... Me encantan las mañanas en las que me despierto con una sonrisa y un buen estirón, y quedarme 5 minutos en la cama pensando en mis cosas, y mirando al techo. Me encantan las cosas pequeñas, hablar con diminutivos como "hola holita". Me encanta ver cosas que me sorprendan, y ver a la gente sorprendida, y cuando la gente es original para decirte algo bonito. Me gusta escuchar a la gente cuando lo necesitan. Me encanta la música, sin ella el mundo seria tan diferente...igual que los sueños, creo que los sueños te dan lo que la vida real no te puede dar, y a veces pienso que es mejor los sueños a la realidad. Me encanta ver a la gente sonreír, y mirar a los ojos.  Me gusta pensar en las cosas preciosas que tiene el mundo, aunque parezca egoísta por no pensar tambien en las malas.
 Odio el marisco, no me gusta nada el fútbol en la radio... Y lo que menos me gusta, las mentiras, lo hacen todo tan complicado. No me gusta cuando no entiendo algo. Y la rutina.. es tan aburrida, aunque no todos los tipos de rutina. Odio mi mal genio. Y me gusta pensar, que si algo que he querido no lo tuve, fue porque era lo mejor para mí, y que ya vendran cosas mejores, aunque eso que no tuve, lo quise con toda mi alma... la vida lo decidió así. Me gustaría dormir mirando la luna y las estrellas. Y adoro a mis dos peces, les admiro mucho solo por tener la ventaja de vivir sin preocupaciones, y adoro que me den besitos en los dedos, el mundo es tan pequeño cuando les miro a ellos... También me gusta correr por la calle, porque alguien un día me dijo que corriendo eres feliz.  Pero sobre todo, me encantan los abrazos, los abrazos enormes, los que lo dicen todo en silencio.